Buscando referencias para salir del atasco

  • En lo que llevamos de mayo, las ganancias en el S&P500 se reducen al 1,90%, mientras que el Stoxx Europe 600 permanece plano (-0,03%), el euro se mueve frente al dólar entre 1,08 y poco menos de 1,10 y el petróleo, aunque registra un importantísimo repunte de casi el 75% si tomamos el barril de WTI como referencia, debemos descontar que le costará seguir avanzando. Esta situación demuestra la necesidad de contar con nuevos apoyos para ir más allá en los mercados, a pesar de contarse con el viento a favor de las actitudes demasiado complacientes en cuanto a aspectos clave, tales como la evolución del COVID-19. La realidad es que alertas como las realizadas por investigadores del Imperial College de Londres respecto a que el nuevo coronavirus no está bajo control en gran parte de EEUU, quedan en un segundo plano.
  • La atención, por el contrario, se centra en el desarrollo de tratamientos frente al COVID-19 y, sobre todo, en los anuncios en cuanto a la evolución de las nuevas vacunas, pues la verdadera solución a esta situación pasa por el hecho de contar con una vacuna frente a la enfermedad que sea segura y fácilmente accesible. Desgraciadamente, de estos dos puntos se habla poco en contraposición a los posibles resultados de las distintas líneas de investigación, si bien parece que las reacciones a los anuncios de nuevos avances relativos a las vacunas se empiezan a mostrar más comedidas. Por ejemplo, el viernes, las noticias de que una vacuna desarrollada por Cansino Biologic habría revelado resultados bastante positivos en un estudio de 108 pacientes de entre 18 y 60 años, no causaba una revolución en los mercados.
  • Sin embargo, lo anterior no implica que, puntualmente, las noticias vinculadas a los tratamientos y vacunas frente al COVID-19 sirvan de pequeño revulsivo y, a este respecto, se esperan algunos anuncios en los próximos días. En primer lugar, se apunta que Gilead Sciences podría publicar nuevos resultados relativos al tratamiento con remdesivir en pacientes con síntomas moderados de COVID-19, al tiempo que Pfizer podría proporcionar los primeros datos sobre su vacuna experimental. En este punto, reconocemos que indirectamente estamos apuntando a las noticias positivas como el escenario central, si bien tampoco debe descartarse la posibilidad de noticias que gusten menos en el caso del remdesivir.
  • En los próximos días, el otro gran punto a vigilar es el relativo a los estímulos como revulsivo a la actual situación y, especialmente, en Europa. El próximo miércoles, la Comisión Europea presentará su propuesta para el Plan de Recuperación de la UE en conjunción con los presupuestos plurianuales del club comunitario (2021-2027), esperando una combinación de préstamos, transferencias y garantías junto a un presupuesto reforzado financieramente.
  • En otras palabras, el planteamiento de Bruselas será una solución a medio camino entre el plan de 500 mm. € de Alemania y Francia, basado en las subvenciones, y la estrategia impulsada por el llamado grupo de los países frugales (Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia) que sería acorde con un sistema de préstamos y cuya cantidad no habría sido aún definida. Unas propuestas que, en ambos casos, contaban con una clara condicionalidad explícita, como también lo hará la que presente la Comisión Europea.
  • A la postre, tan importante como la condicionalidad de la propuesta de Bruselas, resultará la distribución que se plantee entre préstamos y subvenciones y, sobre todo, la fórmula para financiar el plan y el volumen total de éste. En dicho sentido, debemos recordar que, en la segunda mitad de abril, se especuló/filtró que la Comisión había propuesto al Consejo Europeo un plan que podría movilizar hasta 1,6 billones € (aunque no se descartaba una cifra superior), el cual se sustentaría en la ampliación temporal del techo de gasto de la UE que generaría un margen de maniobra presupuestaria para emitir más de 323 mm. € de deuda a cargo de instancias comunitarias, beneficiándose de su buena calificación crediticia. Luego, tomando esta referencia, cabe esperar que la propuesta comunitaria arroje una movilización de recursos bastante mayor en comparación con el plan franco-alemán. Sin embargo, también debemos reconocer que la cifra total del plan de la Comisión, seguramente, se quede por debajo de sus planteamientos iniciales.
  • No obstante, el hecho de que probablemente se tome como referencia una acción superior a los 500 mm. € de la propuesta franco-alemana, implicaría que aún partiendo de porcentajes comedidos de subvenciones para contentar a los frugales, seguiríamos asistiendo a cifras importantes en términos absolutos. Ahora bien, la propuesta de la Comisión Europea del miércoles sólo representará un punto de partida ya que se verá seguida de una ardua negociación que comenzará el día 28 de mayo y que, probablemente, se extienda más allá de la fecha de referencia del 1 de junio. En la práctica, el Plan de Recuperación necesita de un apoyo unánime y resulta fácil contabilizar hasta 8 países de la UE que pueden expresar sus reservas ante una acción demasiado generosa; aspecto que se intentará limar con el establecimiento de metas reformistas claras y rebajando el importe de las subvenciones.
  • La realidad es que afrontaremos el comienzo de las negociaciones desde unas posiciones de máximos, si bien el hecho de que sin Plan de Recuperación no se puede aspirar a un mercado común saludable, servirá para que las posturas se vayan acercando. De momento, el mero debate de este capítulo será bien recibido por los inversores y, de hecho, supondrá un importante puntal para los mercados europeos sin el cual resultaría difícil explicar que el 10 años español se sitúe en 0,616% y su homólogo italiano en 1,592%. Empero, aunque la solución europea arrojará importantes y positivas diferencias con el pasado, tampoco debe considerarse la panacea a todos los males europeos, dado que la condicionalidad y el acceso a los tramos de ayuda acabarán por generar tensiones en algunos países, al tiempo que la superación de la situación de emergencia acabará derivando en unos países ortodoxos más duros.
  • Las anteriores cuestiones serán tratadas en detalle en nuestro semanal, debiéndonos quedar ahora con lo ya apuntado anteriormente: el mero debate del Plan de Recuperación en la UE debería ser bien recibido por los mercados. Un hecho que se verá potenciado por el claro compromiso del BCE para hacer más, el cual ya era transmitido después de su encuentro del 30 de abril y recordado el pasado viernes mediante las actas de dicha cita al apuntar: “(El Consejo de Gobierno) estaba completamente preparado para aumentar el tamaño del PEPP (Programa Pandémico de Compras de Emergencia) y ajustar su composición, y potencialmente sus otros instrumentos, si, a la luz de la información disponible antes de su reunión de junio, juzga que la escala del estímulo resulta inferior a lo que se necesitaba”.
  • La realidad es que la profundidad del deterioro económico de la UEM en el corto plazo obligará a reforzar la red de seguridad del BCE y consideramos bastante apropiadas previsiones como las arrojadas por el consenso de Reuters, apuntando el incremento de sus compras en 375 mm. €. Un gesto que, seguramente, vaya acompañado de un guiño a la flexibilidad del plan pandémico, no sólo en lo referente a las adquisiciones por países y plazos, también en lo relativo al encaje que tendrían en éste los bonos supranacionales que podría emitir la UE.
  • En cuanto a la flexibilidad de la acción del BCE, la atención también se centrará en las menciones que, en junio, puedan realizarse a la compra de deuda corporativa de empresas de la zona euro que hayan caído o caigan por debajo de grado inversión como consecuencia de la crisis. En abril, Lagarde no cerraba la puerta a esta posibilidad y, días atrás, la consejera del BCE, Isabel Schnabel, la abría un poco al apuntar la realidad del deterioro de la calidad de la deuda corporativa que está por llegar en la UEM. De forma que, dado lo importante del momento y las cuestiones abiertas, no deberemos perder de vista las intervenciones de miembros de nuestro banco central como Lagarde, Lane, Visco o De Guindos.
  • En cuanto al economista jefe del BCE, Philip Lane, ya empezaba a armar el discurso desde la perspectiva de la inflación: “En un mundo de baja inflación y bajas tasas de interés, es posible que el impacto de las perturbaciones negativas sobre la inflación observada sea más persistente, ya que el espacio político disponible para compensar rápidamente las perturbaciones negativas de la inflación es más limitado” y “En estas condiciones, puede haber desviaciones prolongadas de los resultados de inflación lejos del objetivo de inflación, con los bancos centrales cerrando brechas de inflación en un horizonte de tiempo más largo”.
  • La búsqueda de nuevos catalizadores en los mercados también llevará a ciertos inversores a fijarse en los nuevos estímulos que están por llegar en Japón. La semana pasada, el primer Ministro, Shinzo Abe, ordenaba la elaboración de un segundo paquete de apoyo presupuestario que debería conocerse el 27 de mayo, justo el mismo día en el que la Comisión Europea presentará su plan de recuperación. Dicho paquete se especula con que podría oscilar entre los 93 mm. $ y los 130 mm. $, si bien existe quien apunta mucho más alto y señala cifras de hasta 900 mm. $.
  • Las autoridades japonesas ya se habrían reunido con los inversores, a fin de diseñar un programa de emisiones que permita llevar a cabo los nuevos estímulos de forma adecuada, lo cual apunta que los planes irían muy en serio. De forma que las autoridades japonesas seguirán empujando a su economía de forma decidida, después de que el viernes el BoJ sumase a sus programas otro dotado con 280 mm. $ y destinado a las pequeñas empresas, emulando así los pasos de la Fed.
  • Luego, el catalizador para el mercado en forma de estímulos seguirá muy presente, si bien en este capítulo lo realmente importante para los inversores es qué ocurrirá en EEUU y, desgraciadamente, en este frente se enfriarán los ánimos en los próximos días. De momento, el Senado estadounidenses aplazaba sin mediar debate la propuesta de medidas adicionales que por valor de 3 billones $ llegaba desde el Congreso, dado que la cámara se tomaba un receso de 10 días que se extenderá hasta el 1 de junio. El discurso de los republicanos siempre ha sido que prefieren esperar a comprobar el impacto de las medidas ya implantadas antes de dar nuevos pasos y, en este sentido, simplemente ganaban tiempo.
  • Aunque en IM creemos que acabarán por reforzarse los estímulos en EEUU, en los próximos días se relajará algo la cuestión ya que los republicanos conseguirán marcar sus tiempos en una negociación que se antoja complicada, pudiéndose extender unas semanas en el mes de junio. Así que, esta semana, los mercados perderán el potencial catalizador de los estímulos en EEUU, quedando desde la perspectiva estadounidense expuestos al choque con China que puede contrarrestar las noticias favorables provenientes de Europa y Japón.

Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.

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