Miremos más allá de Trump y su choque con China

  • La semana deparará interesantes indicadores adelantados en forma de PMIs en ambos lados del Atlántico, si bien dichos datos se conocerán en la parte final y esto permitirá que el monopolio mediático de los mercados continúe en manos de las fricciones entre EEUU y China, la evolución del COVID-19, las noticias sobre potenciales estímulos en EEUU y Europa y la comparecencia del presidente de la Fed ante el Senado durante la tarde del martes. Respecto al primer punto, las fricciones chino-estadounidenses, desgraciadamente, la tensión se mantiene muy viva. La Administración Trump aumentaba la presión sobre Huawei al reforzar los controles a la exportación realizados a la compañía y sus proveedores.
  • En la práctica, el Departamento de Comercio de EEUU acusaba a Huawei de continuar utilizando tecnología estadounidense en sus diseños de semiconductores, a pesar de haber estado sujeto a controles de exportación desde mayo de 2019. Esto se traducía en la subsanación de algunas lagunas en los controles que se estaban realizando; circunstancia que no gustaba nada a las autoridades chinas y se sumaba a los movimientos de Trump para evitar que los fondos de pensiones de los trabajadores federales inviertan en China y a la amenaza presidencial de llegar a “cortar toda relación” con China, entre otras cuestiones.
  • Las autoridades chinas respondían con diplomacia a las presiones estadounidenses en un momento en el que Trump parece decidido a tensar y los distintos frentes personales que tiene abiertos en EEUU, seguramente, le tienten a seguir utilizando las relaciones con China a modo de cortina de humo. Entre estos, se encuentra la deliberación en el Tribunal Supremo respecto a la autorización para publicar sus registros financieros y fiscales y la desaprobación por parte tanto de sus compañeros republicanos, como de los demócratas, de la decisión presidencial de cesar a Steve A. Linick, quien ostentaba el cargo de Inspector General del Departamento de Estado.
  • Ante este escenario, la tentación de seguir tensando la cuerda con China es importante y Trump ya ha apuntado que, de momento, no tiene intención de reunirse con su homólogo chino, al mismo tiempo que rescata el fantasma de los aranceles en sus planes de que las cadenas de producción retornen a EEUU. En palabras textuales de Trump, a este respecto: “Francamente, un incentivo es cobrarles impuestos cuando fabrican productos fuera”.
  • La cuestión es que, de nuevo, volvemos a estar ante un enfrentamiento que es algo más que verbal, si bien en cuanto al retorno de las cadenas de producción de bienes estratégicos como los medicamentos y equipo médico existen planteamientos más amables. Por ejemplo, el máximo responsable republicano en la comisión fiscal del Congreso optaba por aplicar incentivos fiscales dentro de los EEUU a las empresas que repatríen actividad.
  • Mientras tanto, los frentes para China se multiplican ya que en el Viejo Continente, el líder de la Gran Coalición de centro-derecha en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, apuntaba la posibilidad de prohibir, temporalmente, a las compañías chinas la adquisición de empresas europeas que se encuentre infravaloradas o sufran problemas como consecuencia del crisis económica derivada del COVID-19. En esta ocasión, realmente estaríamos ante un movimiento defensivo y no ofensivo con toda la lógica del mundo, señalando Weber: “Tenemos que ver que las compañías chinas, en parte con el apoyo de fondos estatales, están tratando cada vez más de comprar compañías europeas que son baratas de adquirir o que tuvieron dificultades económicas debido a la crisis del coronavirus”.
  • Entre las fricciones internacionales y una recuperación que sigue progresando, pero quizás no del todo al ritmo deseado, China sigue apostando por los estímulos. El viernes, en términos generales, los datos del gigante asiático y describían una senda que ya le gustaría a otros países. Sin embargo, esto no hacía que ciertas dudas perduren, pues el repunte del 3,9% a. de la producción industrial china en abril chocará en mayo y junio con la debilidad de la demanda externa mostrada ya en los pedidos foráneos de los PMI manufactureros, al tiempo que el deterioro de las ventas minoristas se reducía en el mismo mes hasta -7,5% a. aunque esto suponía empeorar las previsiones de -6,0% a. y acumular un retroceso en el año del -16,2% hasta abril. Todo ello mientras el desempleo, aún sin contabilizar a los trabajadores migrantes, repuntaba ligeramente hasta el 6,0% en abril (vs. 5,8% esperado) y generaba ciertas dudas respecto a la capacidad de la demanda interna para recuperarse de forma acelerada y, además, cubrir el hueco dejado en el corto plazo por la externa.
  • El hecho de que la recuperación en China, aunque envidiable si vives en un país como España, no evoluciona como preveían sus autoridades, era constatado por la rápida reacción del sábado del gobernador del PBoCh enfatizando que la entidad reforzará el apoyo de sus políticas para luchar contra las ramificaciones económicas del COVID-19. Entre las medidas que ponía sobre la mesa el gobernador chino, se encontraban: el redescuento, los pagos diferidos de préstamos y la transmisión mejorada de las políticas monetarias. No obstante, en el gigante asiático, este compromiso no evitaba que el mercado cotice de cara al miércoles la estabilidad de los tipos de referencia LPR a 1 y 5 años en 3,85% y 4,65%, respectivamente. Justo en la misma semana en la que la celebración de la Asamblea Nacional adelanta anuncios de estímulos en China más allá de la esfera monetaria.
  • No obstante, las alzas de los futuros del S&P500 en la madrugada del lunes parecía indicar que la apertura semanal se dejará llevar por cuestiones más amables que las tensiones chino-estadounidenses. En este punto, jugaban a favor que los PIB de Japón y Tailandia del 1tr20 mejorasen las expectativas esta pasada madrugada. El primero, cedía sólo un -3,4% trim. a. frente al -4,5% trim. a. esperado y, el segundo, caía un -2,2% trim. cuando se descontaba un -4,2% trim. Unas referencias que se sumaban a las últimas noticias en referencia al COVID-19 que dan cierto margen para algunas lecturas positivas.
  • En Italia, a partir del 3 de junio se autorizará la libre circulación dentro del país, mientras que las cifras de fallecimientos y contagios en otros países europeos siguen dando margen a la continuidad de los pasos hacia la normalización de la actividad. Sin embargo, las miradas a este respecto se centran en EEUU y más cuando iniciamos una semana en la que los datos de contagios del nuevo coronavirus nos permitirán empezar a medir bien los resultados sanitarios del experimento de la “reapertura”.
  • Los últimos datos apuntaban que los nuevos casos de COVID-19 en EEUU aumentaban un 1,5% frente al promedio del 1,6% semanal, lo cual era dado por bueno al obviarse que la semana pasada la media semanal de incremento llegó a situarse en 1,4%. Además, la situación a lo largo de la geografía estadounidense no es homogénea y se dan lugares con una evolución que debería llamar a la cautela. Sin embargo, los grandes números nacionales será en lo que se fije el mercado y, de momento, estos apoyan la progresiva evolución hacia la normalidad. Unas cifras que durante el lunes y el martes convivirán con los mensajes del encuentro telemático de la Organización Mundial de la Salud, los cuales no sabemos si servirán para echar luz sobre la situación.
  • Junto a la evolución del COVID-19 en EEUU y Europa que, de momento, se gana lecturas positivas, las miradas estarán puestas en los potenciales nuevos estímulos en ambos lados del Atlántico. En este apartado, las últimas informaciones también servirían para impulsar los ánimos de los inversores, pues el Congreso de los EEUU aprobaba el paquete de 3 billones $ planteado por los demócratas. La presidenta demócrata de la citada cámara, Nancy Pelosi, se abría a la negociación con los republicanos de las nuevas medidas de apoyo a la economía sin “líneas rojas”. De momento, los correligionarios del partido de Trump se oponen a la propuesta y, además, prefieren esperar un poco más a comprobar los efectos de las medidas ya implantadas, aunque ya existen voces que apoyan flexibilizar programas como el de apoyo a las pequeñas empresas. Sin embargo, debemos quedarnos con dos apuntes de Pelosi que alimentarán la confianza en la llegada de nuevos estímulos a EEUU: “El tiempo es esencial” y “En los proyectos de ley anteriores, presentaron su propuesta y luego trabajamos de manera bipartidista. Eso es lo que todos anticipamos”.
  • En paralelo, el mercado también toma nota de propuestas que sientan muy bien a las bolsas, tales como la lanzada por el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, apuntando una rebaja del 50% hasta el 10,5% del impuesto de Sociedades para las empresas que trasladen sus operaciones en el exterior a EEUU. Una bonificación que especulaba podría extenderse durante 2 años.
  • En Europa, se acerca la fecha del 1 de junio y el camino hacia la activación de medidas de recuperación se tornará más complicado y los obstáculos irán surgiendo, a pesar de la buena predisposición inicial de Alemania. El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, se mostraba totalmente partidario de la creación de un Fondo de Recuperación y señalaba: “Los medios del fondo deben ser oportunos, implementables y dirigidos a los grupos y sectores más afectados por la crisis” y “Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de que se fortalezca el potencial de crecimiento y la competitividad de nuestras economías: debe haber un fuerte enfoque en la inversión verde y la digitalización”.
  • La cuestión es que las buenas intenciones acaben plasmándose en medidas de recuperación adecuadas en tiempo y forma, debiendo traducir lo segundo en que se les asignen recursos monetarios más que suficientes. De momento, el choque ya está servido en cuanto a una de las nuevas piezas clave en el plan de acción: los presupuestos de la UE. En Bruselas, se reclaman nuevos recursos en forma de impuestos nacionales que deberían ser cedidos a las arcas comunitarias y esto ya ha empezado a incomodar en algunos países.
  • En paralelo, las medidas de apoyo económico ya aprobadas en el seno de la UE empiezan a “hacer aguas” y, en concreto, en lo que se refiere a los préstamos por hasta un valor equivalente al 2% de su PIB que podrían solicitar los países miembros al ESM. El riesgo de la condicionalidad de esta herramienta es muy real y, seguramente, este acabaría tomando forma en el horizonte de 2022. Esta circunstancia ha llevado a Italia a rechazar la apelación de a los recursos del ESM y, ahora, apuntan informaciones recogidas por Reuters que España buscaría evitar esta opción. De momento, este órdago es posible gracias al importante apoyo del BCE.
  • Entre todas estas cuestiones, primero, llegará la comparecencia del martes de Powell junto con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ante el Comité Bancario del Senado y, después, las actas del último encuentro de la Fed este miércoles. En cuanto a la intervención del presidente de la Reserva Federal, sus palabras de este domingo durante una encuesta televisada de la CBS, apuntan que los matices en su discurso transmitirán una imagen menos preocupada en comparación con lo que sucedía la semana pasada. De hecho, este domingo ponía en el centro de su discurso los datos sanitarios y que la recuperación completa no llegará hasta que las personas tengan total confianza y, para esto, “habrá que esperar a la llegada de la vacuna”. Sin embargo, a partir de este punto, el discurso se volvía más amable y esto podría explicar el positivo desempeño de los futuros del S&P500 en las últimas horas.
  • Powell, aunque describía una recuperación larga y costosa en algunos ámbitos, también daba margen a que la recuperación ya estuviera en marcha en el segundo semestre, si las cosas se hacían bien: “Si somos reflexivos y cuidadosos acerca de cómo reabrimos la economía para que la gente tome estas medidas de distanciamiento social en el futuro e intente hacer lo que podamos para no tener otro brote… entonces la recuperación puede comenzar bastante pronto” y “Suponiendo que no haya una segunda ola del coronavirus, creo que verá que la economía se recuperará constantemente durante la segunda mitad de este año”. Además, el presidente de la Fed rebajaba los temores respecto al deterioro de la economía estadounidense en el corto plazo, dado que apuntaba a una tasa máxima de desempleo del 25% y llegaba a esbozar una contracción del PIB estadounidense de cerca del 20% trim. a., cuando el mercado apunta a cifras del 32,9% trim. a. si bien no se pillaba los dedos y advertía que la recuperación podría prolongarse hasta finales de 2021
  • Por lo tanto, de mantener el anterior discurso respecto a la actividad y su compromiso con el apoyo de la economía ante el Senado, Powell dará un importante respaldo a los mercados. No obstante, esta cita no versará sólo de la lectura del presidente de la Fed de la situación actual, también se afrontará la actitud reacia de la institución con el experimento de los tipos negativos y la necesidad de que la política montería sea complementada en EEUU con un potente paquete de medidas fiscales. En este sentido, Powell está siendo muy claro al reclamar el refuerzo del apoyo fiscal y, de hecho, ayer llegaba a apuntar que resulta probable la necesidad de tres o seis meses más de ayuda financiera del gobierno para las empresas y familias.
  • Las actas de la Reserva Federal también recogerán el compromiso de la institución para hacer más en caso de necesidad, si bien dejado claro que su acción por sí sola resulta insuficiente. En otras palabras, enfatizarán la necesidad de contar con el complemento fiscal en un momento en el que la Fed se retira progresivamente de los mercados, pues esta semana rebajará sus compras diarias de treasuries de 7 mm. $ a 6 mm. $. Unas compras que, en las últimas semanas, han llevado sus tenencias de títulos del Tesoro de EEUU hasta los 4.057 mm. $ el pasado 13 de mayo, lejos de los 2.474 mm. $ de finales de febrero. Un incremento totalmente necesario, cuando las estadísticas oficiales muestran que los inversores extranjeros vendieron treasuries por importante de 299.346 mill. $ en marzo, cuando en febrero compraron 4.885 mill. $.
  • En total, en marzo, el saldo neto de treasuries en manos de extranjeros, disminuyó en más de 250 mm. $ hasta quedarse en 6,81 billones $ frente a los máximos históricos de 7,06 billones $ alcanzados en febrero. Entre los vendedores, destacaba China que reducía sus tenencias desde 1.092 mm. $ hasta 1.081 mm. $, ante la necesidad de apuntalar el yuan, y Arabia Saudí cuyo volumen de treasuries descendía de 184,4 mm. $ a 159,1 mm. $, a la sombra de los bajos precios del crudo que reducían sus ingresos.
  • Antes de dejar a un lado a la Reserva Federal, sólo cabe recordar que sus recién estrenadas compras de deuda corporativa sólo llevaban esta partida en su balance hasta los 305 mill. $. Todo ello después de que los datos del viernes en EEUU apuntasen a un complicadísimo 2tr20 desde el punto de vista de los datos reales, mientras que los indicadores adelantados daban margen para la esperanza.
  • Las ventas minoristas estadounidenses confirmaban en abril su colapso histórico al desplomarse un -16,4% m. Un dato que se quedaba muy lejos del -12,0% m. esperado y no admitía matices, pues excluyendo automóviles y gasolina la contracción eran del -16,2% m. Particularmente débiles eran las ventas de textil y accesorios que se desplomaban un -78,8% m. y maquillando únicamente los datos, como era esperable, las ventas online con su crecimiento de +8,4% m. No obstante, a medida que los estados evolucionan en la desescalada, en mayo veremos una cierta mejoría de las ventas minoristas y también de la actividad industrial, cuyas cifras también se actualizaban el viernes. De hecho, en cuanto al gasto de los estadounidenses, cabía señalar que el escenario de mejoría era avalado por el dato preliminar de la confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan ya que, lejos de caer como se esperaba, aumentaba desde 71,8 hasta 73,7.
  • En EEUU, la producción industrial sufría un declive sin precedentes al desplomarse un -11,2% m. en abril, encabezado por la actividad manufacturera que cedía un -13,7% m. Unos datos entre los que destacaba la pronunciada contracción de la producción de automóviles, camiones y sus componentes en más de un 70% m. Ante el colapso de la actividad, el uso de la capacidad instalada industrial en EEUU cedía hasta 64,9%; niveles mínimos de 2009.
  • Por su parte, el horizonte menos gris para la industria estadounidense era avalado por el índice manufacturero de Nueva York. Éste empezaba a dar señas de mejoría en su lectura de mayo al situarse en -48,5 puntos, superando así los -78,2 puntos de abril y los -63,5 esperados por los inversores, siendo extensible su mejoría a las componentes clave como los nuevos pedidos y los embarques.
  • En los próximos días, la referencia a seguir también serán los indicadores adelantados en sectores como el residencial y no tanto los datos reales de abril, pues estos seguirán viéndose arrastrados por lo excepcional de la situación. De hecho, el avance del índice de confianza de los constructores de vivienda, NAHB, hasta 35 en abril (vs. 30 ant.) será mucho más importante que la caída de los permisos de construcción y las iniciaciones de dichas viviendas en el mismo mes hasta 1 mill. a. y 950.000 a., respectivamente. Por su parte, tampoco será un buen mes para las ventas de viviendas usadas que se desplomarán hasta 4,5 mill. a.
  • Más importantes serán otros datos en EEUU, como las peticiones semanales de desempleo que se espera cedan desde 2,9 mill. hasta 2,4 mill., a medida que más estados reabren su actividad. En este punto será interesante analizar la cantidad de personas que reclaman subsidios bajo la ley CARES, un programa financiado por el gobierno federal para aquellos que quedan fuera de los subsidios regulares, como la Asistencia de Desempleo Pandémico. Junto a este dato, el círculo en EEUU lo cerrarán, el jueves, los datos de PMI manufacturero y servicios con su mejoría hasta niveles de 38 y 32 en mayo frente a sus valores de 36,1 y 26,7 en abril.
  • En cuanto a Europa, los indicadores adelantados en forma de PMI deberían empezar a apuntar cierta recuperación, después del malísimo mes de abril y la complicadísima segunda mitad de marzo. De hecho, ésta dejaba huella incluso en el PIB del 1tr20 en los países menos afectados, conociendo el pasado viernes que la actividad de Alemania en dicho periodo retrocedió un -2,2% trim. a. en línea con lo esperado. Ésta caída trimestral era la mayor del PIB alemán desde el 1tr09 y, además, se veía acompañada por la revisión a la baja del dato del 4tr19 en una décima hasta -0,1% trim.
  • El PIB alemán resultaba clave para explicar que se confirmase, también el viernes, la caída de sólo el -3,8% trim. del PIB de la UEM durante el 1tr20, a pesar de los malos datos conocidos en las otras 3 grandes economías del área. El impacto de las medidas de contención del COVID-19 no sólo quedaba recogido en los PIBs a lo largo de la zona euro, también lo hacía en la balanza comercial del agregado del área. En marzo, ésta reflejaba que las exportaciones de bienes de la UEM al resto del mundo cedían un -6,2% a. y el comercio intra-europeo se reducía en un -12,1% a
  • Las dificultades en la zona euro continuarán en el corto plazo y, de hecho, en el 2tr20 caben esperar retrocesos del PIB de entre el 10% y el 16% trim. en la mayoría de los países del área. Empero, la buena noticia radicará en que los PMI de mayo empezarán a apuntar que la situación de excepcional vivida en la UEM empieza a quedar atrás. El inicio de la llamada desescalada permitiría que el índice manufacturero del agregado de la Eurozona pase de 33,4 en abril a 38,5 en mayo, quedándose el relativo a los servicios e 26,0 frente a la cifra excepcional de 12,0 del mes previo. Por su parte, la confianza de los consumidores de la Eurozona elaborada por la Comisión Europea se estabilizará en cifras de -23,0, mientras que la confianza de los analistas e inversores alemanes se subirá en mayo a la mayor tranquilidad de los mercados y se alzará hasta 40,0 puntos en el caso de las expectativas y -87,3 en lo referente a la lectura de la situación actual. Todo ello, la semana después de que Fitch rebajase la perspectiva de Francia desde estable hasta negativa.
  • En Reino Unido, los PMIs podrían recoger un mayor impacto dada la ortodoxa manera en la que el gobierno ha estado llevando la crisis sanitaria y las cifras de contagios y decesos. Igualmente, las cifras de ventas minoristas de abril (-15,0% m.) serán aún peores recogiendo los efectos negativos que el confinamiento ha tenido sobre el gasto de los británicos, una vez superado el acopio inicial de bienes de primera necesidad. De la misma forma, resultarán adversos los datos británicos de mercado laboral que arrojarán el deterioro del empleo y el incremento de la tasa de paro ILO hasta 4,3% en marzo. Finalmente, el IPC británico cederá hasta 0,9% a. en mayo (+1,5% a. en abril) al verse golpeado por la caída de los precios de la energía.
  • En cuanto a las materias primas, como es natural, la paulatina reactivación de la actividad también tendrá un impacto en el petróleo en una semana en la que primero habrá que superar el potencial ruido del vencimiento del contrato de junio del WTI este martes. El viernes, los futuros de petróleo aumentaban por encima del 7% a casi 30 $/barril y, en el momento de escribir este informe, rozaban los 31$.
  • Finalmente, la temporada de resultados del 1tr20 va llegando a su fin, aunque todavía quedan algunas citas: Lufthansa, Ryanair, Telecom Italia (lunes); Kingfisher, BCP, Baer, Home Depot, Walmart (martes); OHL, Ezentis, Altice Europe, Ackermans, Mark & Spencer (miércoles); Generali, Seadrill, Tate & Lyle, Investec (jueves); Burberry, United Utilities, Royal Mail y B&M (viernes).

Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.

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