A la espera de Bruselas

  • El Consejo Europeo del fin de semana no ha sorprendido en cuanto a su complejidad, pero sí en lo referente al impulso por parte de Alemania, la Comisión y el propio presidente del Consejo en cuanto a la necesidad de que éste se saldase con las líneas maestras del Plan de Recuperación de la UE cerradas o, más bien, la línea maestra: la cuantía total del plan y su distribución entre subsidios y préstamos. En este punto es en el que las posiciones se encuentran enrocadas y, de nuevo, se confirma que normalmente en las negociaciones europeas prima la lectura en clave nacional, lo cual no sorprende a nadie, si bien el problema se multiplica cuando dicha lectura se entremezcla específicamente con una cita electoral.
  • La anterior realidad, en un mundo como el comunitario en el que los símbolos tienen un poder mayor de lo habitual, enturbia todavía más cualquier negociación y, llegado el punto, debe recordarse que el 17 de marzo de 2021, el primer Ministro de Países Bajos, Mark Rutte, tiene cita con los electores de su país. Este hecho puede provocar la tentación de querer apuntarse una gran victoria en Bruselas y esto, en la práctica, puede resultar inaceptable para muchos países. De momento, los cuatro frugales han obtenido un “cheque de descuento” en su aportación al presupuesto comunitario que se especula superaría los 20 mm. € en el periodo 2021-2027 (no sabemos si incluyendo a Finlandia), además de una mayor condicionalidad en las ayudas, un “freno de emergencia” (traduzcámoslo como un cuasi-veto) e, incluso, la rebaba del total del Plan de Recuperación hasta 700 mm. €.
  • El grueso de las anteriores cesiones estaba ya en el guión negociado por el presidente del Consejo Europeo, recordemos por ejemplo que ya se había apuntado la posibilidad de eliminar destinado a recapitalizar empresas solventes afectadas por la crisis, dotado con 26 mm. €, y el mecanismo de 30,3 mm. € diseñado para impulsar la inversión privada mediante garantías de la UE, dado el solapamiento de estos instrumentos con medidas ya implantadas a nivel nacional. Un paso que ya implicaba dejar el Plan de Recuperación en cerca de 700 mm. €, al tiempo que existía acuerdo para empezar a devolver los préstamos a cargo de la UE a partir del 2024 y la retención de un 30% del efectivo del Fondo de Recuperación para su asignación en 2023. Una medida que permitiría ajustar la asignación de recursos a cada país de una forma más adecuada, pero que también forzaría un mayor compromiso con el cumplimiento de las reformas por parte de los principales beneficiarios y esto, en sí, no debe interpretarse negativamente.
  • En conjunto, una larga lista de importantes cesiones a la que los frugales quieren sumar un aspecto simbólico como que el Plan de Recuperación se divida al 50% entre créditos y subvenciones. La propuesta de compromiso presentada por Finlandia y que apoyarían los frugales resultaría acorde con un fondo dotado de 700 mm. € repartido a partes iguales entre subvenciones y préstamos. El hecho de ceder en este punto haría que Alemania y Francia no fuesen capaces de dar forma al instrumento ambicioso y solidario que buscaban y, aquí, la clave no está en el volumen total del fondo, sino que en que los subsidios superen en cuantía a los préstamos y lo hagan con cierta holgura. Un hecho que explicaría la insistencia del bloqueo franco-alemán con la cantidad de 400 mm. € en subvenciones
  • Los estímulos en EEUU serán una cuestión al alza en los próximos días, sobre todo, al confluir la vuelta al trabajo en el Congreso y Senado estadounidenses con la consecución de nuevos máximos diarios de contagiados por COVID-19 en el país. El avance de la enfermedad puede servir de contrapeso a los datos mejores de lo esperado que conocíamos la semana pasada en forma de ventas minoristas y producción industrial, alimentando las expectativas del mercado respecto a que todavía debemos esperar algo más en forma de estímulos fiscales por parte de las autoridades estadounidenses.
  • En la pasada semana, insistimos recurrentemente en que el mercado para seguir comportándose bien necesita un cierto equilibrio entre datos que hagan confiar en una recuperación razonable y un escenario general que permita descontar nuevas medidas de estímulo de cierta entidad, sobre todo, en economías clave como los EEUU. No obstante, en los últimos días, la fortaleza de los indicadores estadounidenses y chinos hizo dudar de este equilibrio y, en concreto, del músculo de cualquier medida adicional de estímulo, si bien la evolución al alza de los casos de coronavirus en EEUU y su potencial impacto sobre la economía hará que los tan traídos estímulos vuelvan a estar en el centro de atención del mercado.
  • En EEUU, de aquí al 10 de agosto, se ha abierto una ventana clave de trabajo en el Congreso y Senado para desatascar cualquier nueva medida de estímulo, si bien los acuerdos deberían empezar a llegar antes ya que, por ejemplo, el 31 de julio finalizan los pagos primados por desempleo. A la par, el avance de las medidas que restringirán la actividad como consecuencia del avance del coronavirus en EEUU demandará acciones a modo de contrapeso, al tiempo que en la Casa Blanca urge la aceleración de la reactivación de la economía. De cara a las elecciones presidenciales de noviembre, las encuestas son desfavorables a los intereses de Trump y, por ende, de los republicanos, lo cual puede facilitar que éstos levanten el bloqueo impuesto en el Senado a los nuevos paquetes de estímulo.
  • En cuanto al comportamiento del COVID-19 en EEUU, como esperábamos, el pasado viernes asistimos a otro máximo de nuevos contagiados por la enfermedad en un solo día, según los datos de COVID Tracking Project. En total, 77.233 casos que acercan la cifra, cada vez más, al escenario de riesgo de 100.000 contagios diarios que apuntó el experto Anthony Fauci. La cuestión es que estas cifras se están viendo acompañadas de una situación de claro estrés del sistema sanitario estadounidense, en concreto, en un reducido grupo de estados. De hecho, el número de hospitalizados en EEUU por culpa del COVID-19 suma ya 57.247 frente a los máximos de 59.538 de abril.
  • Estas cifras, aunque creemos que no derivarán en medidas a gran escala que resulten lesivas para la economía al estilo de las vividas la pasada primavera (y esto será clave para la resistencia de los mercados), no evitarán que se den nuevas acciones restrictivas que acaben afectando a la actividad económica. En la práctica, por mucho que se priorice la economía, ningún político con responsabilidad de gobierno puede aguantar un escenario de defunciones al alza por el COVID-19 sin tomar medidas.
  • Las perspectivas respecto a los nuevos estímulos en EEUU y Europa no serán lo único que tendrán presente los inversores, estando también su mirada puesta en una temporada de resultados empresariales que irá cobrando fuerza y llega en un momento de tranquilidad, si comparamos con el pasado cercano. La volatilidad del S&P500, de acuerdo con el índice VIX, se situaría en 25,68%, la menor cifra desde principios de junio y muy por debajo de los máximos de 82,69% cosechados en marzo.
  • Ahora, dicha tranquilidad deberá superar la prueba de los resultados empresariales y, en particular de las perspectivas dadas por las compañías, en una semana en la que tendremos cita con las cifras de una grande de las FANG: Amazon. De momento, a finales de la semana pasada, otro de las compañías que da forma a este acrónimo, Netflix, daba la razón al movimiento de los mercados en los últimos días que resultaba acorde con la toma de beneficios en las acciones de las grandes tecnológicas y la búsqueda de cobijo en otros valores.
  • La fuerte revalorización de las FANG, casi un 54% en el año hasta sus máximos del 10 de julio, las hacía más vulnerables ante cualquier decepción en sus previsiones y Netflix, el pasado viernes, daba buena prueba de ello. La compañía preveía un aumento de sus suscriptores inferior al previsto por el mercado durante el 3tr20, en concreto 2,5 millones sobre una base de 193 millones de clientes, contrastando con el crecimiento de 10 millones del 2tr10 que superó las expectativas de clientes de la propia empresa acordes con un incremento de 7,5 millones e, incluso, las relativas del mercado que apuntaban a una cifra de 8 millones.
  • Las cifras de Bruselas ensombrecerán el avance del 0,4% m. de nuestra producción industrial en marzo, después de su mal mes de febrero caracterizado por los descensos generalizados en las principales componentes. Otra cuestión serán las cifras de mercado laboral de abril en España, las cuales se analizarán en detalle para poner el acento en su menor dinamismo y no en base a la caída bruta del número de parados en cerca de 70.000 personas, sino de los datos ajustados de estacionalidad de desempleo y afiliaciones. Por ejemplo, en el caso del número de parados, su descenso de marzo representó sólo el 39,3% de la cifra de 2017 y el 62,7% de la correspondiente a 2018.
  • El CSI300 repuntaba un 2,98% esta madrugada; extremo que no resultaba casual ya que las autoridades chinas continuaban implementando con paso firme su estrategia tendente a promover unos mercados más fuertes y, sobre todo, unas alzas bursátiles bien asentadas. En este sentido, se actuaba en una doble dirección, primero, se limpiaba el mercado de “actores peligrosos” al intervenirse, en total, 9 compañías entre aseguradoras, empresas de inversiones y brókeres.
  • La intervención del pasado viernes supuso la mayor en la historia reciente de los mercados chinos e incluyó a compañías de cierto tamaño, tales como la aseguradora Huaxia Life con activos por valor de 85 mm. $. En paralelo, se promovía un proceso de fusiones entre gestoras de fondos y brókeres, movimiento con el que se busca sanear el sistema chino y, sobre todo, “limpiarlo” de compañías cuyo comportamiento puede ponerlo en entredicho. Mientras se trabajaba para limitar un gran foco de vulnerabilidad para las valoraciones de las empresas chinas, al mismo tiempo se introducía una importante fuente de estabilidad.
  • Los reguladores chinos comunicaban que las aseguradoras podrán invertir en renta variable hasta una cantidad equivalente al 45% de sus activos al cierre del trimestre precedente, cuando anteriormente ese límite se situaba en el 30%. Además, las aseguradoras chinas podrán contar hasta con un 10% de una empresa, lo cual dotará de gran estabilidad al accionariado y cotización de muchas empresas. En la práctica, se estaba optando por reforzar el papel de un inversor a largo plazo como son las compañías aseguradoras y esto es sinónimo de más alzas, y con mejores cimientos, de las bolsas chinas en los próximos meses.

Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.

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