• El Congreso Nacional del Pueblo constituye China uno de los grandes eventos de la semana que termina y también dará que hablar en la que comienza, si bien las principales novedades ya han sido anunciadas. Tras apuntarse que el objetivo de crecimiento estará en el rango 6,0-6,5% en 2019, establecerse el plan para las rebajas fiscales a empresas chinas y anunciarse los distintos estímulos en forma de inversión; en los próximos días deberemos de estar atentos a los matices y los estímulos secundarios.
  • Las autoridades del país seguirán en los próximos días escudriñando las opciones para ayudar a frenar la desaceleración, sirviéndonos como indicadores las ventas minoristas y la producción industrial, ambas de febrero. Todo ello, tras conocerse que el IPC chino desaceleraba en febrero hasta 1,5% a. y que los precios de producción se mantenían estancados en 0,1% a.
  • En paralelo, la búsqueda de una solución al conflicto comercial con EEUU seguirá ofreciendo titulares. El nuevo escollo que las negociaciones tienen que salvar está en el “caso Huawei” y el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores chino a favor de la presentación de una demanda por parte del grupo de telecomunicaciones contra el Gobierno de EEUU es prueba de ello. La disputa iba más allá y se anunciaba que China tomará las medidas que sean necesarias para salvaguardar los interesas de la compañía. La lucha por los sectores del futuro y las intenciones de Huawei de desplegar la red 5G inicia otro controvertido apartado en lo referente al despliegue mundial de tecnología y anuncia un nuevo campo de batalla enfocado en la innovación.
  • Más allá de China, las referencias macro volverán a aflorar principalmente en EEUU, donde el presidente de la Reserva Federal (Jerome Powell) ya “calentaba motores” durante el fin de semana al señalar que la autoridad monetaria estadounidense “no tiene prisa” para subir los tipos de interés al observar que la “economía mundial que se desacelera está afectando las condiciones locales”.
  • Además, sin dejar de mirar por el retrovisor, el viernes conocíamos datos de calado de la mano de las nóminas no agrícolas y su descalabro hasta 25.000, a la vez que la población activa se reducía en -45.000 y el subempleo caía notoriamente hasta 7,3%. Sin embargo, la aceleración de los salarios hasta su mayor tasa desde abril de 2009 (3,4% a.) permitía interpretar que el mercado laboral estadounidense sigue gozando de buena salud pese al momento maduro en el que se encuentra el ciclo.
  • El buen momento del mercado laboral estadounidense y los salarios apoyarían las presiones alcistas sobre la inflación estadounidense, la cual seguirá marcando un ritmo de avance del 2,2% a. en febrero en base al índice subyacente. Además, será interesante ver la evolución en los precios de los servicios excluyendo la energía y éstos continuarán apoyando los niveles actuales. Por su parte, el IPC general perderá valor al seguir viéndose aquejado por la caída en los precios de la energía y, en particular, de la gasolina.
  • Otra referencia que habrá que mirar con lupa son las ventas minoristas de enero en EEUU después de su sorprendente caída en el mes de diciembre y que generaba dudas con respecto a la salud del consumo estadounidense. Desde IM considerábamos entonces que la inesperada contracción podría estar motivada por las distorsiones a la hora de tomar la información, algo que, en su momento, fue rechazado por el Departamento de Comercio. Tras el batacazo, en enero presenciaremos unas cifras que, aunque corrijan (-0,1% m.), estarán afectadas por la ola de frío que azotó el noreste del país.
  • Los indicadores no cesarán aquí y las órdenes de bienes duraderos retrocederán en enero (-0,6% m.), si bien habrá que estar atentos a las revisiones de diciembre, con motivo de alguna distorsión por el cierre de la Administración, así como a la evolución de los embarques de bienes de capital sin tener en cuenta aviones comerciales y defensa, que debería de mostrará más resistencia.
  • El sector manufacturero estadounidense dará más información y asistiremos a cierta recuperación de la producción industrial en febrero (0,3% m.) estimulada por la actividad manufacturera y corroborada por la estabilidad de la utilización de la capacidad instalada (78,5%). Por último, la confianza de Michigan de marzo (96,0 puntos) terminará de confirmar que los temores generados por el cierre administrativo son cosa del pasado, mientras que la venta de vivienda nueva (635 miles a.) y el gasto en construcción (0,7% m.), ambos de mayo, mostrarán una mayor solidez en enero a pesar de la climatología adversa en una parte del país.
  • En Europa, la política monetaria se tomará un respiro tras el encuentro del BCE. De hecho, el gobernador del Banco de Austria (Ewald Nowotny) apuntaba durante el fin de semana que la primera de sus nuevas operaciones trimestrales de refinanciación a largo plazo (TLTRO) será en septiembre, tres meses más tarde de lo que los mercados esperaban; una circunstancia que elevaría el riesgo de que algunas entidades se enfrenten a la estrechez de recursos.
  • Respecto a los datos, éstos no serán de excesiva relevancia al constituir, algunos de ellos, estimaciones finales. Así, el IPC de la Eurozona confirmará que el 1,5% a. de febrero venía por el incremento en los precios de los alimentos y el ligero avance de la energía, debiendo preocuparnos el paso atrás de los servicios. De igual manera, los datos de inflación armonizada finales de Alemania (1,7% a.), España (1,1% a.), Francia (1,5% a.) e Italia (1,2% a.) no se alejarán de la cifra previa; mientras que la producción industrial de la UEM evolucionará en línea a los incrementos de Francia, Italia o España y aumentará un 1,3% m., rebajando tensiones pasadas por el sector del automóvil. De hecho, la estabilización del sector automotriz europeo será recogida por los datos de matriculaciones de la UE recogidos por el BCE para febrero.
  • Por último, el BoJ celebrará su reunión de política monetaria y en ella deberemos de estar atentos al tono que se da a los riesgos globales y a la incertidumbre, pues ello puede hacer que la entidad se vea forzada a cambiar su discurso. En el caso del banco central nipón el mensaje es claro, se recargará el apoyo para encaminar la inflación a su objetivo, en caso de que sea necesario. Sin dejar las economías desarrolladas, las miradas también se postrarán sobre Reino Unido, pues el martes Theresa May presentará un nuevo plan para el “Brexit” que deberá ser refrendado por el Parlamento.

Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.

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