• En los próximos días y semanas, las cuestiones políticas seguirán condicionando el devenir de los mercados y no sólo desde la perspectiva de EEUU o Italia. El viernes, Moody’s otorgaba a la deuda pública de Portugal la calificación de grado de inversión (desde Ba1 hasta Baa3) por primera vez desde 2011, pasando la perspectiva de “estable” a “positiva”. El domingo, la CSU ganaba las elecciones en Baviera pero con el 37,5% de los votos, después de haber obtenido 12 mayorías absolutas en los últimos 13 procesos electorales. Las cifras suponen mejorar holgadamente los peores augurios, aunque también se quedan lejos del 47,7% de hace 5 años y obligan a gobernar en coalición.
  • La CSU no ha sabido capitalizar el exitoso historial económico de Baviera que ha registrado la mayor tasa de crecimiento de Alemania desde 2010 y cuyo PIB supera al de Suecia. Así, el riesgo estriba en que los resultados electorales del domingo y el “trauma” de gobernar en coalición lleven a la CSU a distanciarse de la CDU y asistamos a una crisis de gobierno en Alemania durante la parte final del año. Una circunstancia que puede verse reforzada por una cuestión que ha pasado más desapercibida, como el desplome de la SPD en Baviera al obtener sólo el 9,7% de los votos y convertirse en un partido menor. Por lo tanto, el otro socio de gobierno de Merkel puede verse obligado a dar un giro a su estrategia y esto podría jugar en contra de los intereses de la canciller.
  • Las reacciones al resultado de las elecciones de Baviera coincidirán con un momento cumbre del pulso de Italia con Bruselas, pues hoy finaliza el plazo para presentar el borrador de los presupuestos a la Comisión Europea. El previsible rechazo de los mismos y la amenaza de afrontar una rebaja de rating a finales de mes, sólo ha servido para que las autoridades italianas ofrezcan una senda algo menos inaceptable al dibujarse su moderación desde 2,4% en 2019 hasta 1,8% en 2021.
  • La cuestión es que las cifras expuestas se sustentan en unas previsiones del crecimiento nominal de Italia sesgadas positivamente, además de en el escaso detalle de algunas de las medidas recogidas en el presupuesto. Estos dos puntos representan los principales temores de Bruselas, como ya han dejado claro los propios oficiales de la Comisión Europea. Todo ello sin entrar en la infravaloración del coste de algunas medidas que sí han sido detalladas en los presupuestos. Por ejemplo, el director de la Seguridad Social italiana (INPS) estima que la rebaja de la edad de jubilación implicará un sobrecoste de 100 mm. €. A efectos prácticos, en 2021 implicará que el gasto en pensiones suponga +1 p.p adicional del PIB.
  • Italia dista de ser Grecia, pero los líderes de La Liga y M5S están planteando un pulso con Bruselas cuya victoria sustentan en los resultados de las elecciones europeas de primavera de 2019, descontando que las formaciones menos ortodoxas ganen peso en el Parlamento Europeo y apuesten por una mayor laxitud fiscal. Un planteamiento con un fallo decisivo, dado que el choque no es sólo con la Comisión Europea, también lo es con el mercado y los actuales planteamientos presupuestarios redundan en la exigencia de mayores primas de riesgo que pueden no ser asumibles para un país con una gran carga de deuda.
  • En los últimos días, el ministro de Economía dejaba entrever la cifra de +500 p.b del diferencial a 10 años con Alemania como el nivel que llevaría a la reflexión y el líder de La Liga apuntaba que se continuaría adelante con los actuales planes, aunque superase los +400 p.b. Unas declaraciones que pueden generar interpretaciones contrapuestas, si bien lo único cierto es que dan al mercado una referencia para probar a las autoridades transalpinas y esto es muy peligroso, sobre todo, cuando niveles del 10 años entre 4,5% y 5,5% serían difícilmente asumibles para Italia. Por ejemplo, la banca transalpina también se vería golpeada por los vaivenes de la deuda pública ya que atesora 387 mm. €, el equivalente a entre el 13% y el 15% del total de sus activos.
  • Mario Draghi, en su papel de presidente del BCE, durante las jornadas del FMI-BM en Indonesia alertaba de la situación que sucede en su país, instando a rebajar el tono y no poner en duda al euro, al tiempo que recordaba el daño vía encarecimiento de la financiación que ya ha causado el posicionamiento del gobierno italiano. Entretanto, nuestro país también enviará sus presupuestos a Bruselas con un perfil más amable que el italiano, pero no exento de problemas ya que siguen apuntando una política fiscal expansiva cuando debería ser ligeramente restrictiva. En otras palabas, las dudas sobre el necesario ajuste estructural del déficit público no desparecerán.
  • El ruido político, aunque en este capítulo Turquía “nos ha dado una alegría” y el “Brexit” nos la puede dar (como trataremos más tarde), seguiría presente de la mano de EEUU e Italia y supondrá una de las grandes claves a corto plazo junto con el comportamiento del T-Note a 10 años. No obstante, la inquietud en los mercados vinculada al encarecimiento de la financiación en dólares ha perdido algo de vigor en los últimos días gracias a las cifras de IPC y precios de importación en EEUU que se sumaban al dato peor de lo esperado de la confianza de Michigan en octubre (99,0 vs. 100,5 previsto).
  • El T-Note a 10 años se sitúa en 3,15% y, el viernes, el S&P500 rebotaba un 1,42% encontrando también apoyo en los resultados de la banca estadounidense. En el inicio de la semana, el respiro podría perdurar pero no debemos caer en el error de “cantar victoria” y tener presente lo ocurrido a finales de enero y principios de febrero. De hecho, a mediados de semana, los mercados chocarán con la realidad de unos datos de EEUU acordes con una economía robusta y unas actas de la Fed indicando el avance hacia los tipos neutrales.
  • Como apuntábamos anteriormente, lo más importante de las actas de la Reserva Federal es que dejarán claro la continuidad de las alzas de tipos hasta situarlos en niveles neutrales (en torno al 3%), camino en el que se avanzará sin prisas pero sin pausas. En otras palabras, en junio debería alcanzarse la neutralidad y el debate verdaderamente interesante será en los meses previos, cuando se plantee la idoneidad de adentrarse en terreno restrictivo y, de considerarse necesario, en qué cuantía.
  • De momento, las referencias macroeconómicas estadounidenses siguen y seguirán apoyando la estrategia de la Reserva Federal en el corto plazo. El jueves, como señalábamos al principio, conocíamos que el IPC subyacente de EEUU en septiembre, pese a situarse una décima por debajo de lo esperado por el mercado, se mantenía en niveles que apoyan la continuidad de las subidas de tipos (2,2% a.). Además, en los próximos días, el repunte de la utilización de la capacidad hasta 78,2% en septiembre apuntará en la misma dirección.
  • Los indicadores ligados a los precios seguirán acompañando y las cifras de actividad mostrarán un escenario saludable en EEUU. En septiembre, la producción industrial avanzará un 0,2% m. aunque impulsada, en gran medida, por las partidas más vinculadas con las actividades primarias. Antes, hoy lunes, las ventas minoristas acelerarán hasta 0,5% m. al verse beneficiadas por el efecto positivo de la inflación (más visible en los carburantes), aunque ello no evitará que la lectura del consumo norteamericano siga siendo positiva.
  • El gasto de los estadounidenses continúa viéndose favorecido por el buen momento del mercado laboral y, en este sentido, los resultados de la encuesta JOLTS denotarán que, en agosto, el número de puestos vacantes continuó cerca de los 7.000.000 en EEUU. Un hecho que tiene una segunda derivada: la escasez de mano de obra persiste y esto acabará por impulsar los salarios en un entorno donde la economía crece por encima de su potencial.
  • El escenario expuesto se traducirá en unas actas de la Fed que revelarán el apoyo de sus miembros a la continuidad del endurecimiento de la política monetaria en EEUU con la vista puesta en la recuperación de margen para el futuro, ante un contexto favorable que les permite plantear ciertos debates de cara al largo plazo como la forma de afrontar la próxima crisis. Una crisis que seguramente se aborde con tipos cercanos a 0%, pero positivos, y un nuevo incremento del balance.
  • Mientras tanto, el interés por los pasos futuros de la Reserva Federal parece dejar en un segundo plano al BCE, aunque el jueves conociésemos las actas de su último encuentro. Éstas reflejaban las preocupaciones de algunos miembros del Consejo ante los efectos negativos que pueda tener el aumento del proteccionismo sobre el comercio mundial. De hecho, las últimas previsiones del BCE apuntaban que las exportaciones crecerán al mismo ritmo durante los próximos tres años y esto era considerado por algunos consejeros como “un escenario bastante benigno”. Aun así, las actas seguían mostrando el optimismo de Frankfurt hacia la resistencia de la economía de la UEM frente a los riesgos a la baja y la capacidad para alcanzar los objetivos de inflación; un mensaje obligado si en Frankfurt no quieren “tirarse piedras contra su propio tejado”.
  • Las turbulencias vividas durante los últimos días están generando inquietud entre los inversores, si bien no se verán reflejadas en los índices ZEW de confianza de los analistas e inversores alemanes de octubre ya que la recopilación del grueso de las respuestas fue anterior al último episodio de volatilidad en los mercados. Aun así, pese a no dar lugar a sobresaltos, los ZEW constituirán unos de los datos más relevantes en la UEM, junto con la balanza comercial de agosto del agregado de la Eurozona y la inflación final de la misma para el mes de septiembre que confirmará su ligero repunte hasta 2,1%.
  • También tendremos datos de IPC en Reino Unido, donde se producirá una ligera desaceleración hasta 2,6% a. en septiembre que convivirá con el mantenimiento de la inflación subyacente en niveles del 2,0% a. Unas cifras que recordarán las presiones para los salarios reales británicos, si las ponemos en relación con su avance nominal del 2,5% a. entre junio y agosto que acompañará a los favorables datos de desempleo. Sin embargo, el desempeño de los salarios reales parece que no acaba de lastrar el comportamiento del consumo privado en Reino Unido con las ventas minoristas registrando robustos avances trimestrales, a pesar de ceder en septiembre.
  • Así, en clave británica, lo más importante de la semana será el Consejo Europeo del miércoles y el jueves, después de que el negociador de la UE, Michel Barnier, declarase que próximamente se podría llegar a un acuerdo sobre el “Brexit”. Unas palabras que eran posteriormente completadas por Theresa May, quien reconocía a su gabinete que estarían cerca de un acuerdo histórico para el “Brexit”. La cuestión es si el acuerdo será asumible para el conjunto de los conservadores británicos, pues algunos ministros han expresado su preocupación respecto a que incluya la permanencia en la unión aduanera sine die.
  • Entre las cuestiones políticas en las que también se han dado avances, se encuentra el enfrentamiento entre EEUU y Turquía focalizado en la situación de un pastor estadounidense. La semana pasada, un juez turco decidía liberar al pastor Andrew Brunson al considerar que ya habría cumplido la pena impuesta por terrorismo. Un juego de equilibrios que era recibido positivamente por la lira que se consolidaba por debajo de 6 unidades por dólar, intercambiándose actualmente por 5,87 USDTRY.
  • El choque con EEUU es sólo una parte del problema de Turquía, estando el grueso del mismo vinculado con las carencias de su política económica y las dudas hacia la independencia del banco central. Por lo tanto, ante dicha combinación de factores y una inflación que alcanzaba el 24,5% a. en septiembre, la prudencia hacia los activos turcos no debe desaparecer.
  • Cambiando de escenario, en China se conocerá que el crecimiento del PIB desaceleró en el 3tr18 hasta su menor tasa desde 2009 (6,6% a.). Esto último, junto con los menores avances de las ventas minoristas y la producción industrial del gigante asiático en septiembre, introducirá ruido adicional en los mercados y también pasará factura al crudo. La semana pasada, el petróleo ponía en valor el resurgir de las tensiones y las perspectivas algo menos favorables para el crecimiento, además de las alzas de inventarios, sin que los datos chinos ayuden a dejar atrás estas cuestiones.
  • En suma, la compleja combinación de factores a la que asistiremos recomienda cautela, sobre todo, cuando se verá completada por la temporada de resultados que siempre puede generar sorpresas puntuales. El viernes, asistimos a las cifras de JPMorgan, Citigroup y Wells Fargo en EEUU con los dos primeros superando las expectativas y, el tercero, revelando unas cifras ligeramente peores de lo previsto en lo que respecta a los beneficios ajustados. En los próximos días, las citas serán con: lunes, Bank of America; martes Enagás, Goldman Sachs, IBM, Johnson & Johnson, Morgan Stanley; miércoles ASML, Akzo Nobel, Abbott Labs; jueves Dominion, SAP, Novartis, Elisa, American Express, Bank NY Mellon, Philip Morris; viernes TeliaSonera, Volvo, Software AG, Aker, Honeywell, Procter & Gamble, Schlumberger.

Intermoney Análisis y Estudios. Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama. Conoce tu perfil inversor con el asesoramiento gratuito y 100% online de imdi funds.

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