A vueltas con los contagios

  • Las cifras de nuevos contagiados por COVID-19, en concreto las relativas a EEUU, volverán a estar en el centro de atención de los mercados, ya que el mayor temor de los inversores radica en que pueda darse una reversión del proceso hacia una cierta normalidad desde la perspectiva económica. En este sentido, el viernes, Tejas daba la voz de alarma al ordenar el cierre de los bares y limitar las reuniones públicas, mientras que en Florida el número de nuevos infectados rozaba los 9.000 y, en total, 16 de los 50 estados de EEUU experimentaban incrementos de contagios. El resultado era que el S&P500 perdía un -2,42%, el rendimiento del T-Note a 10 años cedía -4,4 p.b hasta +0,642% y el CDX 5 años high yield repuntaba hasta 526,63 p.b (+24,37 p.b), aunque el dólar acababa la jornada casi donde la empezaba al intercambiarse por 1,122 unidades frente al euro.
  • No obstante, en el caso concreto del S&P500, también debía tenerse en cuenta que las caídas se veían agravadas por el retroceso del -3,73% de la banca. Como cabría esperar, el sector ponía en valor la decisión de la Reserva Federal de limitar las recompras de acciones y los dividendos de la gran banca estadounidense, después de que las pruebas de estrés revelaran que el Covid-19 podría provocar pérdidas crediticias de 700 mm. $ y situar los ratios de capital de algunas entidades en mínimos.
  • En este punto, cabe recordar lo ya apuntado el pasado viernes: las 33 entidades que se sometían al ejercicio de resistencia de la Fed no podrán volver a recomprar acciones al menos hasta el 4tr20 y desde JP Morgan se asume que las recompras no retornarán hasta que las perspectivas económicas se muestren menos inciertas, a pesar de que la Reserva Federal decidirá a este respecto cada trimestre. En cuanto a los dividendos, las entidades afectadas no podrán repartir en el 3tr20 una cifra mayor a la registrada el año pasado y tampoco superar el promedio de los beneficios obtenidos en los 4 trimestres transcurridos hasta el próximo 30 de junio. La anterior decisión se producía, después de que el “escenario pandémico central” de la Reserva Federal arrojase que los ratios agregados de capital de las más de 30 entidades analizadas podría pasar de cifras del 12% hasta el 7,7% a finales de 2020, asumiendo un pago de intereses igual a cero.
  • No obstante, sin entrar a valorar los escenarios que planteaba la Fed en su ejercicio de estrés, una vez que tomábamos perspectiva, las exigencias de la institución estadounidense en relación a los dividendos no parecían draconianas y, de no empeorar la situación, una parte importante de la banca podría retribuir a sus accionistas mediante este mecanismo clásico. Otra cuestión diferente sería la recompra de acciones, aunque en este apartado lo esperable era que se suspendieran. De hecho, tomando como referencia los cálculos de Financial Times que arrojaban una retribución a los accionistas de los 6 mayores bancos de EEUU del 120% del beneficio de 2019 entre recompras de acciones y dividendos, la decisión tomada sólo era cuestión de tiempo.
  • Ante lo expuesto, poco importaba que, al término de la semana pasada, conociésemos unos datos de ingresos y gasto personal de los estadounidenses ligeramente mejores de lo esperado, si teníamos en cuenta las cifras de mayo en conjunción con las revisiones al alza de abril. En lo referente al gasto personal real, la cifra verdaderamente importante, se publicaba que éste cedió en abril un -12,2% m. frente al -13,2% m. inicialmente estimado y, aunque en abril su repunte se quedaba en un 8,1% m. frente al 8,7% m. inicial, en conjunto, las cifras reales mejoraban en un 0,6% la senda prevista por el mercado. Por su parte, el ingreso personal de abril mejoraba ligeramente el registro inicialmente previsto hasta +10,8% m. (periodo marcado por el efecto de los cheques directos a las familias) y sorprendía positivamente en mayo al ceder un -4,2% m. frente al -6,0% m. previsto. Los anteriores datos no evitaban que el gasto personal real de los estadounidenses cediese un -39,4% trim. a. en mayo pero, en conjunto, las cifras de ingreso y gasto personal mejoraban las expectativas y se veían complementadas por los timidísimos cambios del PCE subyacente al situarse en 1,021% a., apuntando que la afección de la situación actual sobre los precios podría ser algo menos importante de lo esperado.
  • La cuestión es que la evolución de los nuevos casos de COVID-19 en EEUU servía para poner en cuarentena datos como los expuestos, sobre todo, si tenemos en cuenta que el S&P500 se sitúa sólo a un 11% de sus máximos históricos y el Nasdaq, a pesar de ceder terreno, puede considerarse que continúa en zona de máximos. Una circunstancia a la que también contribuía el hecho de que el dato final para el mes de junio de la confianza de los consumidores realizada por la Universidad de Michigan sorprendiese a la baja al ceder hasta 78,1 frente al dato inicial de 78,9; una cifra que se veía afectada por la revisión a la baja de la componente de expectativas. No obstante, la clave de este dato radicaba en que el resurgir del COVID-19 estaría afectando ya a las perspectivas de los estadounidenses. Por ejemplo, entre los residentes del sur, la confianza aumentaba en sólo 0,5 puntos y, en el caso de los habitantes del oeste, en 3,3 puntos, contrastando con el alza de histórica de 19,1 puntos entre los estadounidenses del noreste. Además, las respuestas de los ciudadanos del este y sur de EEUU también eran acordes debilitamiento de su demanda, es decir, las peores respuestas de los estadounidenses se daban en los territorios en los que se están dando peores cifras de COVID-19.
  • Por lo tanto, se daba la combinación perfecta para que la cautela avanzase posiciones en los mercados, lo cual se veía reforzado por la cercanía del fin del trimestre cuando se desea contar con buenos datos de las carteras. De cara al inicio de la semana, las cifras de nuevos contagios de COVID-19 seguirán teniéndose muy presentes y, en concreto, las relativas a EEUU. En términos de absolutos, éstas se mantenían en zona de máximos durante el fin de semana, aunque se reducían algo respecto a las cifras del viernes y esto puede servir para limitar las caídas en el inicio de la semana, a pesar de que las cifras de jornadas como las del domingo no suelen ser un buen reflejo de la realidad.
  • De momento, en el condado de Harris (cuya capital es Houston), ya se ha declarado la alerta sanitaria y, aunque las cifras empeoran sólo en 16 de 50 estados,el problema radica en que ese grupo está formado por algunos de los más relevantes desde la perspectiva económica: California, Tejas y Florida. El estado del oeste es el primero por PIB y, en el 4tr19, explicaba el 14,6% del total de EEUU, mientras que Tejas era el segundo al sumar un 8,8% y Florida se quedaba en el cuarto lugar al representar el 5,1%. En total, estos territorios suman el 28,5% del PIB de EEUU, cuando el PIB del conjunto de Latinoamérica equivaldría al 25% del estadounidense. Desgraciadamente, desde la perspectiva económica, esto explica que se hable más de la extensión del COVID-19 en EEUU que al sur del río Grande (o Bravo en Méjico), a pesar de lo complicado de la situación.

Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.

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