• En los próximos días, la nueva derrota de May en la Cámara de los Comunes para sacar adelante sus planes respecto al “Brexit” y la ronda negociadora entre China y EEUU que deparaba más buenas palabras que avances, llevarán a que la realidad acorde con la prolongación en el tiempo de estos problemas acabe imponiéndose en los mercados.
  • El próximo 29 de marzo, se acaba teóricamente el plazo para lograr un acuerdo que regule la salida del Reino Unido de la UE y la evolución de los acontecimientos puede jugar en contra de los planes de May, acordes con agotar los plazos y proponer en el último momento entre elegir la ratificación del acuerdo de salida o apoyar la prórroga del artículo 50 durante un largo periodo de tiempo. Unas opciones que, en el segundo caso, chocan con la posible oferta por parte de la UE de una simple extensión. No obstante, debe tenerse muy presente que antes de llegar a este punto, la Cámara de los Comunes arrebate el control de la situación a May.
  • La próxima gran votación en Reino Unido respecto al futuro de las relaciones con la UE, en principio, no tendrá lugar hasta el 27 de febrero. No obstante, de cara a esa fecha, debe tenerse muy presente la potencial enmienda de la diputada laborista, Yvette Cooper, que establece el retraso de la salida de la UE hasta el 31 de diciembre de 2019, si el 26 de febrero no se ha aprobado un acuerdo de salida.
  • De momento, las dos enmiendas con las que sí debe convivir May son las promovidas por Graham Brady y Caroline Spelman. La primera establece que la “salvaguarda” de la frontera irlandesa sea sustituida por “medidas alternativas”; una vaga definición que no ha sido desarrollada. La segunda, rechaza la salida de la UE sin acuerdo.
  • En este contexto caracterizado por la proliferación de propuestas a ninguna parte, desgraciadamente, el ruido y la falta de visibilidad nos llevan a estimar el retraso de la salida de la UE por parte del Reino Unido como el escenario más probable. Una dirección en la que también apuntan casas como JP Morgan pero que choca con las previsiones de Goldman Sachs, en cuyo caso todavía asigna una probabilidad del 50% a que se ratifique el acuerdo de salida y del 15% a una salida sin acuerdo.
  • Entre el ruido político, lo que sí debe importarnos del “Brexit” desde la perspectiva de los mercados es qué ocurrirá con el acceso a las cámaras de compensación británicas más allá del 29 de marzo. En ocasiones anteriores, hemos apuntado que las autoridades de la UE han estado realizando los deberes y el acceso a las mismas por parte de los inversores del resto de la UE estará garantizado. El problema es que la cuestión se complica cuando tomamos perspectiva, dado que los deseos de las autoridades comunitarias de reforzar la supervisión de LCH, ICE Clear Europe y LME Clear, lógicamente, choca con el posicionamiento del Reino Unido. Estas cámaras encauzan la mayor parte del mercado de 660 billones € de derivados en Europa y desde el BoE se advierte a los reguladores de la UE que abandonen las ambiciones de una mayor supervisión directa de las mismas con el fin de evitar “requisitos conflictivos”.
  • Más allá de la importancia de las condiciones de acceso a una infraestructura vital para los mercados europeos como son las cámaras de compensación británicas, lo cierto es que la dilación del “Brexit” y otros nubarrones políticos seguirán imponiendo importantes límites a los mercados europeos. Una situación que es especialmente visible en la renta variable y que, de nuevo, era confirmada por los datos semanales de EPFR Global respecto a los flujos de fondos de inversión. De acuerdo con los mismos, los fondos europeos de renta variable sufrieron salidas de 5,9 mm. $ en la semana transcurrida hasta el 13 de febrero, lo cual suponía los mayores flujos de salida desde julio de 2016 y el segundo peor registro de la historia de la serie que se remonta al año 2000.
  • Por ejemplo, los fondos de renta variable de Alemania registraban retiradas por valor de 574 mill. $ y encadenaban la 5 semana de salidas. Una situación que contrasta con la continuidad de las entradas en los fondos emergentes que sumaban 1,4 mm. $ más y encadenaban 19 semanas positivas. De forma que los flujos confirmaban el mayor atractivo de los activos emergentes frente a unos mercados europeos que seguirán chocando con el techo de las incógnitas políticas, a pesar de que su desempeño del viernes pareciese echar por tierra esta tesis.
  • En cuanto a las conversaciones comerciales entre EEUU y China, los estadounidenses insisten en su lenguaje amable y su secretario del Tesoro reafirma que las conversaciones han sido muy productivas, pero los mercados deseaban algo más: detalles. Sin embargo, no sólo han carecido de los detalles que deseaban, sino que distintas informaciones apuntan limitados progresos en las negociaciones. La realidad es que las negociaciones se encuentran en un punto crítico, dado que los estadounidenses buscan una batería de cesiones que van contra la línea de flotación de la estrategia económica de China.
  • Los subsidios estatales y la protección de las grandes empresas públicas han sido aspectos vitales en el desarrollo económico de China y los estadounidenses desean acabar con ambas cuestiones. Respecto al primer punto, las autoridades chinas han prometido que harán llegar a los estadounidenses una lista completa de los subsidios articulados desde el gobierno central hasta los locales de acuerdo con las definiciones de la Organización Mundial del Comercio. En este punto, como bien saben los negociadores estadounidenses, el mayor problema radica en lo opaco del sistema chino que asigna una escasa fiabilidad a cualquier lista a este respecto.
  • A las anteriores demandas se suman las relativas a la protección de la propiedad intelectual que afrontarán una actitud más receptiva por parte de los chinos, pero que también supondrán un importante escollo debido a las dudas de los estadounidenses respecto a la predisposición real de Pekín para cumplir sus compromisos en este campo. De momento, las autoridades chinas seguirán ofreciendo rebaja de aranceles y mayor permeabilidad a la inversión extranjera en su país, protegiendo sólo un número limitado de actividades.
  • Por lo tanto, se impone empezar a trabajar bajo la tesis de una prórroga del periodo negociador y la cifra de 60 días que ha resultado más familiar durante los últimos días debe tenerse presente. No obstante, antes habrá que esperar a comprobar si acaba por publicarse un “memorándum de entendimiento” que regule el potencial encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump que se especuló vería la luz hoy, pero al cierre de este informe todavía no había visto la luz. En el caso de que finalmente no llegase a tomar forma dicho memorándum, los mercados podrían en valor las dificultades en las negociaciones y esto pasaría factura en el arranque de la semana.
  • Dejando a un lado el comercio, parece que superaremos un problema: el cierre de la administración. A priori, Trump firmaba el viernes un decreto para proveer de recursos a la administración y buscará obtener los fondos para el refuerzo de la frontera con Méjico. Un objetivo hacia el que ya avanzaba declarando el estado de emergencia a este respecto que le permitiría esquivar el escrutinio del Congreso.
  • En Europa, antes de empezar a desgranar la semana, se impone realizar dos anotaciones que arrojan noticias mixtas para el sector del automóvil, si bien en bolsa los constructores de coches y las empresas de componentes ya descontaron en la parte final de 2018 el peor escenario posible y haría que los siguientes apuntes estén más que descontados. Desde el punto de vista positivo, el ritmo de deterioro de las ventas en la UE se frenaba en términos interanuales hasta -4,6% en enero. No obstante, lo importante son las cifras mensuales y en términos ajustados de estacionalidad y éstas, de acuerdo con los datos del BCE, apuntaban un crecimiento de las ventas de coches en la Eurozona del 4,8% m. en enero que suponía el cuarto avance mensual consecutivo. Por lo tanto, tomaría forma nuestro escenario de estabilización en el 1tr19 del importantísimo sector del automóvil, lo cual debería sentirse favorablemente en las cifras de PIB del arranque del año en la UEM.
  • Por el contario, las malas noticias llegaban de Alemania, dado que el instituto IFO reconocía el fuerte impacto del potencial aumento hasta el 25% de los aranceles de EEUU a los vehículos europeos. De acuerdo con sus cálculos, esto supondría una rebaja de las ventas de coches alemanes en el mercado estadounidense de hasta el 50% en largo plazo. En conjunto, esto supondría 18,4 mm. € menos de ingresos para la industria germana y recortar el total de sus exportaciones de automóviles de Alemania en un 7,7%. Unos cálculos que no son baladíes ya que el domingo vence el plazo para que el Departamento de Comercio de EEUU comunique a Trump sus recomendaciones respecto al mercado del automóvil.
  • La amenaza arancelaria al automóvil europeo resulta clave para la industria germana, si bien podemos asistir a la estabilización de los índices IFO del mes de febrero sin descartar potenciales sorpresas al alza en el caso del índice de expectativas. La depreciación del euro hasta situarse en niveles acordes con una infravaloración de algo más del 2% frente al dólar, pesarán en las respuestas del empresariado alemán junto con los precios más comedidos del crudo en comparación con 2018 y, sobre todo, la percepción de una menor beligerancia comercial entre EEUU y China. Algunas de estas cuestiones y, en especial, el favorable inicio del año en los mercados también se dejarán sentir en otro indicador de confianza como el ZEW, observándose cierta mejoría en las expectativas de los analistas e inversores alemanes.
  • Los indicadores adelantados no ensombrecerán las cifras del PIB germano del 4tr18, a pesar de tratarse de un dato final y confirmar el estancamiento económico durante dicho periodo. En esta ocasión, el interés radicará en el escrutinio de la composición del dato ya que los datos conocidos en forma de ventas minoristas o comercio de bienes contrastan con algunos aspectos adelantados por la nota preliminar, tales como el ligero incremento del consumo privado o la aportación de la demanda externa.
  • De vuelta a los indicadores adelantados en Europa, cabe destacar las cifras preliminares de los PMIs de la UEM que conoceremos el próximo jueves. En dicho caso, tanto desde la perspectiva de las manufacturas como de los servicios esperamos que se imponga cierta estabilidad, siendo en el primer caso también se sentirán los efectos positivos en forma de depreciación del euro y estabilización del sector automotriz europeo recogida en los ya citados datos de matriculaciones corregidos por el BCE.
  • Las cifras finales de los IPCs de enero en la UEM, Alemania, Francia e Italia completarán los indicadores europeos, aunque no aportarán grandes novedades ya que confirmarán su freno a la sombra de la energía con la inflación del agregado de la zona euro situándose en 1,4% a.
  • En EEUU, si nos circunscribimos sólo a los datos, el día clave será el próximo jueves en una semana con pocas referencias macroeconómicas y más corta de lo habitual ya que el lunes se celebrará el Día del Presidente y los mercados permanecerán cerrados. No obstante, antes cobra valor echar la mirada atrás y comentar los datos del viernes, los cuales arrojaban un saldo mixto. Por un lado, la confianza elaborada por la universidad de Michigan rebotaba en febrero hasta 95,5 puntos encabezada por las expectativas (86,2 puntos) hasta casi converger con las cifras de finales de 2018. Una circunstancia que avalaría la tesis respecto a que el cierre de la administración federal alimentó la percepción de incertidumbre política, pasando factura a la confianza de los estadounidenses. Luego, lo observado en el pasado reciente podía calificarse de bache pasajero.
  • Por el contrario, la producción industrial estadounidense sorprendía negativamente al caer en enero un -0,6% m., acusando el mal desempeño de las manufacturas (-0,9% m.). Sin embargo, el desempeño de las bolsas estadounidenses era positivo, aunque esto no servía para avalar la tesis de que peores datos son bien recibidos al interpretarse en clave de una Fed más generosa. El problema es que el viernes no sólo importaba esta referencia y esto impedía testar la tesis expuesta.
  • De vuelta a lo que será la próxima semana en EEUU, los PMIs de febrero se caracterizarán por su estabilidad en niveles acordes con una saludable expansión económica, mientras que las órdenes de bienes duraderos mejorarán en diciembre hasta arrojar un avance de 1,5% m. Un avance que se verá muy influenciado por el avance de los pedidos de Boeing, lo cual hará que el importante sea el dato excluido bienes de transporte y éste volverá a terreno positivo al informar de un repunte del 0,3% m.
  • Los bancos centrales también tendrán algo que decir en los próximos días, empezando por la Reserva Federal cuyas actas del encuentro de enero serán publicadas el miércoles. Las últimas declaraciones de la presidente de la Fed de Cleveland apuntando que en próximos encuentros se completarán los planes respecto al ajuste del balance, hacen que cobre interés el análisis de dichas actas en busca de pistas sobre esta importante cuestión. Éste será el gran tema de los próximos meses frente a un receso de las subidas de tipos en EEUU más que asumido y que será reafirmado en los próximos días por distintos miembros de la autoridad monetaria estadounidense.
  • En la UEM, también tendremos actas del BCE, aunque éstas no ofrecerán gran interés ya que en su última reunión el objetivo no fue evaluar las opciones de la política monetaria, sino realizar una evaluación del escenario. Una evaluación que deparó un gran titular: los riesgos a la baja han aumentado. Así, tendrán más interés las palabras de Draghi y del saliente economista jefe de la entidad sobre su evaluación del freno de la economía europea, el comportamiento del euro y, sobre todo, el futuro de los TLTRO. El último punto, seguramente, sólo se tratará si son preguntas directamente sobre este asunto, mientras que en lo referente a la actividad creemos que se insistirá en el escenario de obstáculos puntuales y se pondrá en valor efecto positivo de los actuales precios del petróleo y la depreciación del euro.
  • Por último, en Japón lo más destacado será el IPC de enero y su repunte hasta +0,4% a. excluyendo alimentos frescos y energía, un dato que podemos tachar de “descafeinado” a pesar de la defensa de los resultados de la política monetaria ultra expansiva del BoJ por parte de las autoridades niponas.

Intermoney Análisis y Estudios. Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.

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