Revolución Fintech ¿En qué nos hemos equivocado?

¿Ha cancelado alguien la revolución fintech o ha sido simplemente aplazada? Es la pregunta a la que responde el nuevo informe publicado por Accenture, que analiza el escenario fintech actual en Reino Unido.  Llevamos años escuchando hablar de una revolución digital que prometía grandes cambios estructurales en el mercado y mejoras radicales en los productos y servicios ofrecidos.

Una revolución que anticipaba la incorporación de nuevos players que prometían desbancar a los lideres tradicionales del sector por su innovación y competitividad. El report argumenta que estas promesas aún están por cumplir. Las entidades tradicionales siguen ocupando un lugar fundamental y a las start ups les queda mucho camino por recorrer en cuanto a la adquisición de clientes. ¿A que se debe esta desilusión revolucionaria?

El sector financiero tradicional también se está sumando al cambio, incorporando en sus modelos de negocio la tecnología. Su recorrido y el nicho de clientes que controlan es difícil de derribar por los proyectos jóvenes que muchas veces pecan de falta de madurez, y no consiguen hacer frente al peso de la marca.

Por otro lado, en términos de estrategia, se ha podido comprobar que la tecnología triunfa cuando no viene a sustituir a la persona, sino el canal de interacción con un cliente que sigue apostando por las personas.

Esto se ha visto en Estados Unidos, donde los grandes pioneros de los famosos roboadvisors se han visto obligados a cambiar el enfoque de su estrategia de marketing, destacando el equipo detrás de sus servicios. También ha habido sorpresas en cuanto al foco de clientes objetivo. Estos nuevos productos iban inicialmente dirigidos a las nuevas generaciones por su familiarización con las nuevas tecnologías y su nivel de exigencia, en este sentido, de cara a la industria.

Sin embargo, las estadísticas indican que el cliente con mayor poder adquisitivo está resultando ser el que más interés muestra por esta nueva oferta. El informe concluye que la revolución fintech no ha sido cancelada pero su nivel de impacto está aún por ver. La práctica está demostrando que el éxito de la revolución tecnológica va ligado a la confianza del cliente en el proveedor – ya sea por su recorrido y madurez, o su equipo profesional accesible.

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