Panorámica semanal: con la reunión de la Fed

La semana pasada finalizaba con la publicación de importantes referencias macroeconómicas a nivel global. En el agregado de la UEM, se daba a conocer que la inflación se recuperaba en abril tras el “tropezón” del mes anterior a causa del “efecto Semana Santa” y se situaba en 1,9% a., según las cifras preliminares. Por su parte, el IPC subyacente escalaba hasta 1,2% a. y alcanzaba su mayor nivel desde 2013.

En paralelo, se publicaban los PIBs preliminares del 1tr17 de dos de las economías más importantes de la Eurozona, esto es, Francia y España. El primero desaceleraba hasta 0,3% trim. (0,5% ant.), mientras que el de nuestro país repuntaba una décima hasta 0,8% trim. También conocíamos el homólogo para Reino Unido, el cual decepcionaba al retroceder hasta 0,3% trim. desde 0,7% en el último trimestre del 2016.

De la misma forma, veía la luz la primera estimación del PIB estadounidense del 1tr17, que también decepcionaba al reflejar un crecimiento del 0,7% trim. a. frente al 1,0% previsto por el consenso de Bloomberg. Pese a que la economía estadounidense se ha visto afectada por el drenaje de los inventarios en el arranque del año (-0,93 p.p.), lo cierto es que preocupaba el peor comportamiento del consumo de los hogares, tanto en bienes (0,1% trim. a.) como en servicios (0,4% trim. a.).

La preocupación que emanaba del dato de PIB de EEUU se complementaba con la desconfianza que procedía de los datos estadounidenses del lunes, en especial, del gasto personal de marzo. Éste se mantenía estancado en marzo y sufría una revisión a la baja en el registro de febrero (desde 0,1% m. hasta 0,0% m.), mientras que el ingreso desaceleraba hasta 0,2% m. y también convivía con una corrección de una décima a la baja en la cifra de febrero hasta 0,3% m. En términos reales, la lectura era ligeramente más optimista, pues la renta disponible aceleraba hasta 0,5% m. (0,2% ant.) y el gasto se recuperaba desde -0,1% m. hasta 0,3% m., al tiempo que el PCE central moderaba hasta 1,6% a. afectado por el diferente calendario de las “Vacaciones de Primavera” entre 2016 y 2017.

Dichos datos reflejaban lo que venimos diciendo en IM en cuanto al desacople de los índices adelantados con los datos reales de EEUU; una circunstancia que volvía a cobrar fuerza con la publicación del ISM manufacturero de abril, el cual frenaba hasta 54,8 puntos tras los máximos anotados a principios de año. Por su parte, la componente de nuevos pedidos caía hasta mínimos desde diciembre (57,5 puntos) y, al igual que el índice general, ha alcanzado cotas muy elevadas en comparación con la evolución de las órdenes industriales estadounidenses, cuyas cifras finales de marzo se darán a conocer el próximo jueves y confirmarán su peor desempeño en el tercer mes de 2017.

De vuelta al consumo privado de EEUU, éste será altamente considerado en la reunión de la Fed, desde donde se esforzarán en afirmar que su debilidad en el 1tr17 responde a factores eventuales y que la estrategia de salida “sigue en pie” atendiendo al desempeño previsto en el resto del año, pudiéndose afrontar otra subida de tipos en junio. Por otro lado, la Reserva Federal prestará especial atención a la evolución del mercado laboral, aunque no podrá aludir a las nóminas no agrícolas de abril dado que éstas se publicarán el viernes. Los payrolls deberían repuntar en el cuarto mes del año tras la corrección vivida en marzo, cuando se vieron afectados por los efectos negativos del mal tiempo, aunque no deberíamos descartar sorpresas a la baja tras una componente de empleo del ISM manufacturero que caía desde 58,9 hasta 52,0 puntos en abril.

En contraste, las cifras serán más positivas para la UEM, donde el PIB preliminar del 1tr17 confirmarálo ya adelantado por los PMIs, esto es, un crecimiento del 0,5% trim. Por su parte, las ventas minoristas de marzo dejarán entrever que la caída del consumo en Francia y el estancamiento en Alemania prácticamente compensarán los buenos datos de España. Todo ello, tras conocerse que la tasa de paro de la Eurozona se mantenía estable en marzo (9,5% s/p.a.) y que el ejecutivo español mejoraba la proyección de crecimiento para este año (desde 2,5% hasta 2,7%) y el próximo (desde 2,4% hasta 2,5%).

En relación a los mercados, la deuda pública volverá a estar condicionada por la actualidad política. En Europa, tras las favorables palabras de Wolfgang Schäuble, se conocía el acuerdo sobre el paquete de reformas requeridas a Grecia para la obtención del rescate, lo que allana la vía para el desembolso de nuevos fondos y un potencial alivio de la deuda. Por otro lado, tras las filtraciones que reflejaban un gran desacuerdo en el último encuentro entre Theresa May y Jean-Claude Juncker, los inversores seguirán estando pendiente de cualquier información respecto al “Brexit”, aunque más interés despertará cualquier novedad política precedente de Francia, sobre todo, después de la publicación del último sondeo del Instituto Odoxa (41% a Le Pen y 59% a Macron vs. 37% y 63% hace una semana, respectivamente).

También los treasuries permanecerán atentos a la actualidad política, después de un fin de semana en el que el Congreso de EEUU aprobara prorrogar una semana más los actuales presupuestos federales para terminar de negociar un proyecto de ley a largo plazo que dote económicamente el Gobierno federal hasta que concluya el presente año fiscal (30 de septiembre). Además, dejando a un lado las novedades en materia de comercio internacional, los T-Notes se moverán al son de las noticias vinculadas al Tesoro de los EEUU, cuyo Secretario, Steven Mnuchin, abría la posibilidad de permitir la emisión de bonos a muy largo plazo.

En relación a las bolsas, las europeas retomaban la actividad con subidas tras el “parón” del “Día del Trabajo”. A nivel global, podrán sufrir las consecuencias de unos datos peor de lo esperado en China, donde se publicaban unos decepcionantes PMIs; mientras que en EEUU éstas continuarán subrogadas a los resultados trimestrales, como el de Apple que, en el 1tr17, se anotaba unos resultados un 5% superiores (BPA 2,1 $ vs 2,02 $ esp.). En Europa, la renta variable también mantendrá su atención sobre los resultados empresariales, entre los que destacarán los de Grifols, BNP Paribas, Volkswagen, Swisscom, Sainsbury, Novo Nordisk, LafargeHolcim, Securitas, Telecom Italia, AIG, Facebook, Time Warner (miércoles), Repsol, AB Inbev, Lancashire, BMW, Siemens, Adidas, Telenor, HSBC, Société Générale, Statoil, Royal Dutch Shell, Alstom (jueves), IAG, Sacyr, Smurfit Kappa, Intesa Sanpaolo, Telefonica Deutshland y Berkshire Hathaway-B (vienres).

A la sombra de la anterior situación y de las fricciones internas, también se ponía el acento en la recaudación y, en particular, en los mecanismos utilizados para rebajar la factura fiscal, siendo muy significativas las palabras de Jeroen Dijsselbloem, a título de ministro de finanzas holandés y presidente del Eurogrupo, dirigidas a las empresas: “Usted tiene que pagar sus impuestos de manera justa”. Unas palabras que eran respaldadas por el alemán Schäuble, cuando consideraba una “gran idea” los esfuerzos de la Comisión Europea para crear una base imponible común en Europa para las empresas.

Autores: Intermoney Análisis y Estudio

Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama

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