¿Debo medir la calidad de un fondo en función de su comisión?La comisión que pagamos cuando contratamos un vehículo de inversión es lo que correspondería al precio marcado en una factura cuando realizamos la compra o contratación de un servicio. No obstante, en lugar de hacer un pago directo, las comisiones de un fondo se descuentan directamente del patrimonio invertido, diariamente y de manera automática. La rentabilidad que percibimos del producto tiene en cuenta esa comisión, pero por lo general no se nos presenta el importe exacto de lo que estamos pagando. Este factor dificulta la valoración de las comisiones por parte del participe, así como la comparación de precios entre varios productos de inversión.  Existen varios tipos de comisiones que se dividen en dos grupos, las obligatorias y las optativas. Dentro de las obligatorias encontramos la comisión de gestión y la de depositaria. La primera corresponde al coste que supone para la entidad gestionar nuestra inversión, y la segunda al precio que establece la depositaría por custodiar ese dinero. Se pueden sumar a estas dos comisiones fijas, una por suscripción, una de reembolso, o la llamada comisión de éxito, que varía en función del rendimiento del fondo. La ley establece unos máximos y cada gestora ofrece una comisión sin rebasar este baremo, en función de los costes que conllevan sus productos.  Como en el caso de cualquier compra que vayamos a realizar, el precio se tiende a asociar a la calidad  también en el caso de los vehículos de inversión. Por lo general, la comisión aumenta en función del riesgo del producto y la rentabilidad que puede llegar a alcanzar. No obstante, es importante no confundir la comisión con la calidad de la gestión y valorar las características del fondo por las que estamos pagando.  Con los últimos desarrollos tecnológicos muchas gestoras independientes se están sumando al mercado con comisiones más competitivas que las ofrecidas por las grandes redes bancarias. Internet ha abierto nuevos canales de distribución que han permitido abaratar los costes y presentar una oferta que califican de más justa y transparente para el cliente particular. La democratización de la inversión viene acompañada de una nueva corriente de entidades que buscan maximizar la rentabilidad a través de productos que se ajustan mejor a las necesidades de cada inversor. Es el caso de imdi funds, cuya filosofía reside en alcanzar la fórmula más óptima a través de una gestión top down. El equipo de analistas y gestores de Intermoney Gestión parte de un punto de vista macro, buscando los mercados más atractivos e invierte en los vehículos que considera más eficientes. Esta estrategia, junto con la incorporación de la tecnología en el proceso de perfilado del cliente, les lleva a reducir su comisión de gestión a l 0,70%, un 44% por debajo de los fondos comparables. Esta comisión reducida y fija les permite garantizar al cliente que las rentabilidades se verán lo menos afectadas por los costes de gestión. Que no te engañen los precios, existen comisiones más competitivas que te permitirán sacar mayor rentabilidad a tus ahorros.

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