¨El precio es lo que pagas, el valor es lo que recibes¨ Warren Buffet     Dado el uso extensivo de los índices para la comparativa y benchmarking, entre otros,  en el contexto de los mercados financieros, conviene entender las diferentes maneras de construir un índice y las implicaciones y consecuencias que se derivan de los diferentes métodos de cálculo.   De todos los métodos que podemos encontrar para el cálculo de un índice, destacan dos entre los demás.   El primero de ellos y el más utilizado en los mercados internacionales es el método ¨market value-weighted index¨ en este tipo de índices, la ponderación de los componentes es proporcional al valor de la compañía en el mercado. Esta forma de cálculo del índice es la más utilizada dado que cada compañía ve su importancia en el índice en función de su valoración bursátil y no en función del precio de su acción. Muchas veces para calcular el valor de mercado se tienen en cuenta sólo las acciones disponibles libremente en el mercado o free float, eliminando aquellas acciones en manos de inversores estratégicos o directivos. Recientemente, la CNMV anunciaba su voluntad de vigilar de cerca a aquellas compañías con poco ¨free float¨, dado que la falta de liquidez puede facilitar manipulaciones de la cotización. En los  índices con ponderaciones basadas en el valor de mercado de las compañías que los componen, las compañías grandes obtienen un peso mucho mayor que las compañías pequeñas. En algunos casos, como por ejemplo Telefónica en el Ibex 35 o Apple en el S&P 500,  la compañía que más pesa condiciona considerablemente la evolución del índice. Un cambio en el precio de la acción de Telefónica tendrá mayor repercusión en el índice Ibex que un cambio en el precio de la acción de Meliá. Algunos ejemplos de éste tipo de índices son el Ibex 35, el S&P 500 en EEUU  o el NASDAQ Composite Index también en EEUU.   Existe un segundo método de cálculo destacable entre los índices internacionales, hablamos de los índices según precio de las acciones o ¨Price-weighted Index¨. Un ejemplo de índice calculado de este modo sería el Dow Jones Industrial Average, el índice más antiguo del mundo creado en 1896, compuesto en su origen por 12 compañías industriales (aunque hoy son 30 los componentes que se encuentran en este índice).  Estos índices, simplemente tienen en cuenta el precio de las acciones que componen el índice, y se calculan como una simple media aritmética, dividiendo el precio total de todas las acciones entre el número de compañías que forman el índice. La ventaja de este tipo de índice es su facilidad de cálculo. En el DJIA las ponderaciones de los 30 componentes son proporcionales a su precio de cotización. Tan duro como suena. Este tipo de índices nos da la evolución de una cartera compuesta con UNA acción de cada uno de las compañías. La acción que más pesa es simplemente la que tiene un precio de cotización mayor. Otra consecuencia malévola de este tipo de índices es que cuando una acción de 100 $ sube 1$ (variación relativa del 1%) afecta al índice de la misma manera que cuando una acción de 10 $ sube 1$ (variación relativa del 10%). Otro ejemplo de un índice pesado por precio es el Nikkei 225 nipón.     Ven a conocernos.

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